lunes, 13 de octubre de 2008

Yo conmigo?



La pregunta que nos hicimos cuando la hierba comenzaba a hacer su efecto, ¿qué hablas cuando tienes que hablar de tí a una cámara?
Qué simple...
Pareciera.
Pero ¿qué digo de mí?
Es el problema, no hay una historia que contar como yo creía antes.
Está anticuada la historia de la pendeja incomprendida que se rebelaba ante todo, ocultando esa hipersensibilidad que tanto la atormentaba.
Está pasada de moda aunque nunca la conté.
Porque no asumo que ese yo es tan pasado y tan rememorado que olvidé construir un presente.
Olvidé contar mi historia ahora, a dónde voy, qué me inspira, de dónde surgió lo que soy ahora luego de dejar de ser esa niña triste y sola.
Por eso el vacío, por eso la falta de creatividad, el evadirme pensando en el otro en vez de mí y lo que quiero y lo que busco y lo que me define.
Hasta ahora soy un cuerpo andante que se guía por su sentir y no hace nada más por sí mismo.
Hay que detenerse.

3 comentarios:

Carlos Ochoa Quezada dijo...

Entonces aparece Salinas al lado tuyo mirándote como paloma diciéndote:

Recuerda... ser tí misma en toda circunstancia, eres más fuerte de lo que crees.

Anónimo dijo...

Es cierto, es cierto! Pero tienes que admitir que mientras más fuera de este mundo nos sentimos, más potente es la creatividad. Yo no quiero aterrizar aún, bueno, no sé si quiero...

Hana Dawn dijo...

D:
Vengo a sentir lo mismo.
Si yo tuviera que hablar de mí misma frente a una cámara, comenzaría sin duda por mis 12 años, cuando comencé a escribir.
Se puede deducir mucho de aquella sola frase.
Pero sé que esa charla terminaría triste, o por lo menos no bien.
:/ .......
Pero no sé si puedo hacer que termine bien. Pues cada vez que me veo, una parte de mis sueños muere.