miércoles, 18 de junio de 2008

No de rosas, de camelias



No crecí mirando las rosas rojas que se secaban rápido en ese pedazo de jardín, crecí esperando que florecieran las camelias, tardes enteras mirando los botones y buscando un olor que no había. Flor de invierno, cada vez que aparecía la miraba sin entender por qué era camelia y no rosa, parecida pero no la misma. Y con la lluvia se caían y morían las camelias, y yo volvía a esperar paciente que apareciera otra, para decirle que era hermosa y preguntarte por qué era camelia, y no rosa.

1 comentario:

Rocío Sandoval-Vines dijo...

de esas camelias de la casa de muchas piezas?
=)