No crecí mirando las rosas rojas que se secaban rápido en ese pedazo de jardín, crecí esperando que florecieran las camelias, tardes enteras mirando los botones y buscando un olor que no había. Flor de invierno, cada vez que aparecía la miraba sin entender por qué era camelia y no rosa, parecida pero no la misma. Y con la lluvia se caían y morían las camelias, y yo volvía a esperar paciente que apareciera otra, para decirle que era hermosa y preguntarte por qué era camelia, y no rosa.
1 comentario:
de esas camelias de la casa de muchas piezas?
=)
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